El último pasajero anunció su arribo casi de improviso. Mili recién había sido repatriada desde Canadá, pero al parecer extrañaba mucho su condición de extranjera ya que tres semanas bastaron para que subiera a otro avión y se viniera con su hermana Noelia a conocer Buenos Aires. Llegaron, comieron, compraron, juerguearon, compraron, pasearon, compraron y se fueron . Y de paso me hicieron ir a bailar y romper mi regla de "no pago más de 15 pesos por entrar a ningún lado". Sólo quien me trajo mi laptop podía hacerme caer en el lado más fashion de la noche porteña. Aunque sí, la pasamos de puta madre. Como prueba, la foto de mi elegantísimo peinado bisoñé a las 6am después de las chelas y el speed con vodka. Si no fuera por las fotos que tomamos después, con Puerto Madero amaneciendo y los colectivos pasando por la calle, todavía me estaría preguntando cómo llegamos al hotel. ¡Gracias, chicas!
Nacido bajo el signo del mono. Redactor Publicitario y viajero hasta la médula. A veces fiestero, a veces casero. Inevitablemente amiguero, como buen mono. Le gusta mucho el cine, el teatro, la música, el arroz con chancho de su abuela y ver al Barca por TV. Su destino es incierto.
3 comentarios:
esa Mili-o... juerguera como ella
sola!!
puerto madero, madero puerto (8)
asi q con ellas no... uhmmm
paloma (xq si)
hey Marito, la pasamos genial, no? y tenemos que repetirla eso tenlo por seguro! hasta siempre.
Noelia
Publicar un comentario