3am. Los bruuuuum se repiten sin cesar, uno después de otro y cada vez más fuertes, como si un avión estuviera aterrizando en el techo del edificio. Por si eso fuera poco, los flashes albicelestes (argentinísimos hasta para sus tormentas son aquí) se cuelan por la ventana de mi cuarto y me blanquean la vista hasta con los ojos cerrados. Si el espectáculo no me iba a dejar dormir, al menos una foto tenía que salir a tomarle. Cosa divertida las tormentas. Claro, siempre y cuando a una de esas rayitas azul eléctrico no se le ocurra caer sobre la manzana de tu casa y dejarte sin luz.
miércoles, 3 de octubre de 2007
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2 comentarios:
me gustan tus fotos. te leo todo, pero nunca sé qué comentar :)
Qué pasa Mu? Te dejo sin palabras? Jaja... De todas formas se agradece la lectura.
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