De un momento a otro, el sol se arrebató y salió para destruir al invierno con sus rayos blondos despampanantes, sus 28 graditos de puro calor y sus chicas lindas ligeras de ropa. En primavera la gente se mueve, la gente sale, la gente fuga en masa el fin de semana. Y como no hay playa, fugan al campo, al country, a donde sea. Llegas al peaje y dejas tu mano caer como una piedra sobre la bocina del auto, porque si las colas se hacen largas levantan las barreras y pase paaaase no más para todos. Qué lindo país.
viernes, 26 de octubre de 2007
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