Hay días (en realidad, muchísimos días) en que las ideas se rebelan, se aferran al cerebro como pitbull a yugular y gritan "¡hoy no quiero salir!". Y cuando eso nos pasa en clase, simplemente, hacemos cualquier cosa, como ponernos a escribir estupideces encima de los demás. Sucoflaco, que todavía no puede superar su obsesión por una bella compatriota mía, dejó una dedicatoria firmada en mi brazo.
(Brazo: "Señorita Laura, regálele un carrito sanguchero a este pobre ser".)
2 comentarios:
mira, la señorita lau tiene fans!
tan bello mi amorcito
amo tu brazo tmabien =D
ven puess te extraño!!
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