viernes, 7 de setiembre de 2007

Ay, lo que uno encuentra en su celular

Punta Negra, sábado 18 de febrero de 2006. Antes de los gorros de charro sólo habíamos pasado por dos caja de chelas en la playa. Después de los gorros de charro vino el torneo de taco, la travesía al campeonato nocturno de tabla (con perdida y enterrada de auto en la arena incluída), la llamada de auxilio a mi viejo, la desenterrada del auto con la ayuda de toda la familia (incluyendo la enterrada de un segundo auto), la llegada al campeonato de tabla cuando éste ya había terminado, el viaje hasta Asia con el auto repleto de primos, el regreso de Asia corriendo a 140 por hora y esquivando autos completamente sampado, la de borrachos necios estacionados en el parque con las puertas abiertas y la música a full, el totalmente absurdo y felizmente frustrado regreso a Asia a las 5:30am y la terca de comprar hasta la última botella de cerveza que quedaba en el kiosko para llevárnosla y terminarla en la casa a las 8:30am. Ay Gino... ¿por qué habremos sido tan ebrios?