

De hecho que le falta su canchita más, su Pilsen bien helena y obviamente la mesa cuadrada con mantel a cuadritos azules, pero el cebiche está y está bueno. Infaltable y casi religioso en el almuerzo de los sábados en la residencia Dejo. ¡Buena con el gorro, cocinera!
1 comentario:
oieeee a ti no te gusta el cevichee! tssss
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